En un planeta como la Tierra han habitado siempre todo tipo de seres;
unos destinados a hacer el bien y otros cuyo propósito es tratar de dominar el
mundo a través de la opresión, la mentira, el encierro y, en definitiva, hacer
el mal. Tal es el caso de una mujer llamada Libertad,
una habitante del pueblo Expresión,
que había nacido y vivido allí durante toda su vida, a pesar de la muerte de su
padre cuando tenía tan solo cinco años de edad. Libertad se había convertido en
una guerrera debido a los constantes ataques que durante décadas habían sufrido
los habitantes del pueblo a manos de un enorme ogro.
El monstruo, como solían llamarle los habitantes de la villa, se
llamaba Lamar Smith. Él hacía parte
de una familia de ogros que habían existido desde tiempos remotos en donde
nadie habitaba la Tierra. Cada familia de ogros tenía un nombre característico
y la de Lamar se le conocía como la familia Congreso.
A pesar de las dificultades climáticas, todas las familias de ogros se reunían
cada año en el centro del bosque para decidir qué aldea iban a atacar y a qué guerrero podían capturar. El ogro presidente, reconocido por ser el de mayor
edad, había denominado dicha reunión como los Estados Unidos, y su próximo destino era atacar el pueblo Expresión
y así capturar a Libertad.
Dos semanas después de haber atravesado el bosque, el ogro Lamar llegó
al pueblo y gruñó tan fuerte que las ramas de los arboles se cayeron y algunos
troncos se partieron en dos. Los techos de las casas, construidos en
paja, quedaron totalmente despedazados y algunos habitantes resultaron
heridos después de que Lamar comenzó a aplastar las casas y a golpear todo lo
que veía a su paso. En ese momento Libertad apareció y se puso delante de aquel
ogro que medía más de tres metros y apestaba de pies a cabeza.
La guerrera comenzó su disputa contra el ogro a través de una reflexión
sobre lo que significaba hacer el mal tratando de asesinar y capturar a buenas
personas como Derecho, Información y Opinión. Pero el ogro no puso atención a las palabras de Libertad e
inmediatamente lanzó su mano y la atrapó. Aunque algunos de sus vecinos y demás
habitantes trataron de ayudarla y evitar que Lamar se la llevara, todos los
esfuerzos fueron imposibles; Expresión había quedado sin Libertad, una de sus
mejores guerreras.
Lamar vivía en un castillo viejo; la mayoría de las
ventanas estaban rotas y las paredes sucias. Solo servían algunos bombillos y
la cocina estaba llena de animales que los demás ogros de la familia Congreso
habían capturado y asesinado después de haber atacado otros pueblos. Al llegar
al castillo, Lamar llevó a Libertad al cuarto más alto de la torre y allí la
encerró en una jaula a la que el ogro llamaba Censura. Le advirtió que no podría escapar y que ella moriría así
como sus demás amigos y conocidos, ya que el plan de Estados Unidos era
gobernar y dominar la Tierra a como diera lugar.